ESPERA Y SENTENCIA

Tomé la decisión, y hablé con ella,
que de hace días,
esperando estaba.
Una pastilla azul, una verde
otra celeste
y algunas blancas.
A la mañana para encarar la vida,
al mediodía, para seguir
en la batalla diaria.
A media tarde para
frente al espejo
ignorar la propia imagen, y esos ojos,
vacíos de dolor y de nostalgia.
La de la noche para que en los sueños
no aparezcan los monstruos
que escudriñan
los vericuetos del alma;
para ahuyentar los pérfidos fantasmas
que deambulan por el dormitorio
con sus desopilantes carcajadas.

¡No va más! En la ruleta de la vida
hay que jugarse un pleno
en cada jornada.
Hay que subirse al mundo
con un ramo de flores en la mano
y un chaleco antibalas.
Hay que hacer fondo blanco con el trago amargo
y paladear el sentimiento apasionado
antes que emprenda retirada.
Hay que ponerle música a las letras,
y meterle tenaza a la alambrada.
Abrir las ventanas de la casa,
plantar un árbol, escribir un poema
y perderle el miedo a las madrugadas.

Tomé la decisión, y a media tarde
con los ojos
vacíos de dolor y de nostalgia
frente al espejo, hablé con ella.
Y dije basta.


de “Memorias propias y ajenas” 2007