De todo, como en botica. En prosa o en verso, con rima o sin rima. Experiencias, sentimientos. Propios o ajenos, no importa. Es la palabra sencilla y fuerte con que me me gusta expresarme. La palabra que es un poco mía, un poco como soy.

Cuando hablo con Dios.


A veces hablo con Dios, y sé que Dios me escucha y me contesta; porque cierro los ojos y siento en mi piel la brisa, la lluvia, el frío, o la tibieza del sol.
A veces le cuento a Dios cuán agradecida estoy por las cosas que tengo y las que he logrado.
A veces le reprocho a Dios, porque me pone a prueba, porque no siento su presencia cada vez que necesito.
A veces me enojo, y Dios también se enoja conmigo, porque le pido ayuda y luego me olvido de sus consejos. Me cuesta admitir que tiene razón.
A veces Dios y yo nos distanciamos, pero por muy poco tiempo; porque al fin y al cabo, somos muy buenas amigas.

2 comentarios:

Elizabeth W. dijo...

SUPER FINAL!!!!!!!!!!!!!Sutilísimo...

Natilla dijo...

Hola Pat cómo estás? me gustó mucho el post, concreto y con las palabras justas con el contenido preciso, perfecto! Un abrazo y cariños a Osvaldo y a Juana