De todo, como en botica. En prosa o en verso, con rima o sin rima. Experiencias, sentimientos. Propios o ajenos, no importa. Es la palabra sencilla y fuerte con que me me gusta expresarme. La palabra que es un poco mía, un poco como soy.

El fin del mundo (22 de mayo de 2011)


                            
Al final, no se terminó ayer.


Y hoy, hay miles de personas queriendo recuperar su vida,  escribiendo un poema, buscando un hijo, asumiendo que el amor se fué, o plantando un árbol,  diciendo ¡soy gay!, cambiando de trabajo, haciendo ejercicio, o buscando un antiguo amor, acostándose al sol, viajando para conocer el mar, o regalando cosas de su casa, adoptando un huérfano, perdonando errores, reconciliándose con un amigo, o escalando una montaña, reconociendo que tiene mil razones para admirar a sus padres, pidiendo perdón, planificando un viaje, pintando la casa, conversando con la luna, tendiendo la mano a un desconocido, aprendiendo a bailar tango, caminando bajo la lluvia, comprando un anillo de bodas (o devolviéndolo), gritando ¡Si!, o gritando ¡Basta!, escuchando un amigo, animándose al postergado beso, saltando de alegría o dispuestos a correr tras sus sueños.
 
Al final, no se terminó ayer; pero hoy para muchos, comenzó un mundo nuevo. 

2 comentarios:

MADÍ dijo...

Esto que escribiste,lo pondría textual en la pagina perteneciente al día de hoy en mi diario!!!!
Qué manera de expresar lo que seguramente muchos pensemos y no sabemos como plasmar en palabras!!
Chapeau, Patricia!!!!

Laurel dijo...

Asumiendo que la vida sigue, beso y la verdad, me gustó descubrir tus textos.