De todo, como en botica. En prosa o en verso, con rima o sin rima. Experiencias, sentimientos. Propios o ajenos, no importa. Es la palabra sencilla y fuerte con que me me gusta expresarme. La palabra que es un poco mía, un poco como soy.


Y llegaste tú
a quitarle las espinas a mis rosas,
a hacerme almohadones de colores
(las palabras precisas).
A perfumar mi aire con tu esencia
(y todavía).
A acariciar recuerdos con tus manos.

Vino y rosas.
Cuerpo y alma.

Pluma y sable.
Sangre y lágrima.

Loma y valle.
Piel y cama.

Fuego y lluvia.
Sed y agua.

Nada y todo.
Ala y ancla.

Fuente y fosa.
Ritmo y pausa.

Y pausa.

Y pausa...






4 comentarios:

Jíbaro dijo...

Corto,rítmico,gran contraste y armonía de los opuestos. Me encanto, el gran poder de síntesis.

Otro beso.

Patricia Gandaria dijo...

Muchas gracias Orestes, por tu visita a mi blog. Me encantan los juegos de opuestos, en las frases, en los colores, y a veces, hasta en la propia vida.
Un beso.

Dani Ferreyra dijo...

me quede en esa pausa... y me llevó a un lugar secreto en mi mente, donde encontré una continuación a tus palabras para que la pausa no dejase de ser pausa y en algún momento reanudara...

Me parece excelente lo que leí!.. gracias por compartir

Patricia Gandaria dijo...

Gracias, Dani, por tu lectura y comentario. Las pausas son necesarias para seguir adelante, para tomar fuerzas y enderezar el rumbo.