De todo, como en botica. En prosa o en verso, con rima o sin rima. Experiencias, sentimientos. Propios o ajenos, no importa. Es la palabra sencilla y fuerte con que me me gusta expresarme. La palabra que es un poco mía, un poco como soy.

El Semáforo


EL SEMÁFORO:
En las horas pico no me gusta manejar por la calle Rivera, pero es el camino más directo para llevar al colegio a Juan Pedro, mi hijo menor.
Todos los días me propongo salir unos minutos antes, para no ponerme nervioso, pero no puedo evitarlo, siempre salimos con el tiempo justo.

- ¿Puedo hacerte una pregunta, papá?

- Claro, hijo - respondí tragando saliva, y pensando: este chico todos los días con algo nuevo, y el orientador, que nos dice que debemos responderle siempre, con paciencia, con seriedad y respeto por sus dudas; seguro que el orientador es soltero, o que no tiene hijos, por eso lo ve tan fácil… ¿por qué no se le habrá ocurrido durante el desayuno? Le podría haber dicho “pregúntale a tu madre”, pero no, justo ahora, y quién sabe con qué sale…

- ¿Qué es la censura?

(Ah, menos mal – suspiré- qué fácil, pensé que iba a salir con algo de embarazos, los Reyes Magos o algo así)
- Juampi, la censura es cuando te cortan la libertad. (¡Ja, zafé por suerte!).

- ¿Y la libertad que es? (Uff, se pone difícil... ya sé, como la canción, “libre como el ave…”)

- Bueno, hijo, la libertad es, por ejemplo, lo que tiene ese pajarito que ves ahí, el vuela cuando quiere, va a donde tiene ganas, canta cuando quiere.

- Entonces, la libertad ¿es hacer lo que uno quiere?

- Si, Juampi, y no preguntes más que el tránsito está pesado y llegarás tarde al colegio.

Pucha, al imbécil de adelante no le importó nada, no se apuró y pasó con amarilla y yo quedé pegado con el semáforo en rojo.

-Cruza, papá, - dice mi hijo- ¿no dijiste que voy a llegar tarde?


A punto de perder la paciencia le explico: no puedo, hijo, cuando está la luz roja no puedo pasar, es para ordenar el tránsito, ahora cruzan los que vienen del otro lado; hay que respetar las reglas, para evitar accidentes.

- Pero papito, por favor, no me gusta llegar tarde, quiero ser como el pajarito, ¡quiero cruzar ahora!

-¡ Basta!, no se puede, la luz roja lo indica. Si todos cruzáramos sin orden, sería un caos.

- Entonces, si no podemos, es censura, dice Juan Pedro contrariado.

-Si, si. (Con los nervios de punta, a esa altura, le contestaba cualquier cosa).


Esa tarde, mi hijo vuelve a casa con una nota de la maestra.

“Por favor, explíquele bien las cosas a su hijo. Ayer les pedí que averiguaran el significado de censura, y la respuesta de Juan Pedro hoy fue:

"Censura es cuando el semáforo se pone en rojo para que puedan pasar los otros aunque llegues tarde al colegio”

1 comentario:

Jíbaro dijo...

Todavía me estoy riendo, Jajajaja... Ya tengo una nueva respuesta para explicarle a mi último hijo.